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sábado, 1 de julio de 2023

ENSAYO ACADÉMICO - COMUNICACIÓN 3

 

LA NATURALEZA HUMANA: ¿EL ORIGEN DE LA CORRUPCIÓN?

“La bajeza en los seres humanos es una cosa insaciable... porque en su naturaleza ese apetito es ilimitado y la gran mayoría de la humanidad vive para satisfacer ese apetito” (Aristóteles, 1509, p. 13). Ahora bien, al estudiar al hombre político desde su nacimiento, nos permite conocer su corrupción, debido a un mal uso de valores que conllevan a una serie de efectos negativos en todo el sistema político y efecto secundario en la población. Desde nuestro punto de vista, el hombre político por naturaleza es corrupto ya que no tiene una buena ética y moral. Por tanto, en los siguientes párrafos se abordará que el hombre antiético es corrupto por índole en la política, y la regulación ética a los poderes del sistema político.

El gran descuido de la ética y moral del hombre político genera su corrupción en la política, desviando sus fines originales, encontrándose así demasiado obsesionados en sus intereses personales y partidistas.  Bautista (2007) argumentó que el rechazo de las normas políticas está vidente ya que es menos atractiva que los principios individuales. Agregando a lo anterior, la ciudadanía necesita que los políticos tengan un trabajo honesto que promueva la función pública de manera acertada, trabajando así para una base de creación de capital social, teniendo en cuenta los valores éticos y morales. La política exige más moralidad, comprensión del alma ajena, moderación y humildad. (Vaclav, 2002). Por ende, la calidad del hombre político se ve muy afectada por su propia corrupción, siendo la población quién sufre los efectos negativos como las hambrunas, pobreza extrema, abusos y actos delincuenciales en las calles que exceden en gran medida y disminuyen la calidad de vida del pueblo.

La libre participación de la población de los cargos públicos es un derecho democrático característico de nuestro país, sin embargo, un órgano regulatorio es necesario para solventar el problema moral y filosófico de los funcionarios políticos para que los hombres seleccionados puedan cumplir su anhelo nacionalista de velar por el avance de la república peruana. De acuerdo con Faustino (2017) nos dice que la fortaleza del principio de seguridad laboral, una parte esencial del derecho constitucional al trabajo se ve reducida al ser implementado en el ámbito de las entidades gubernamentales con el propósito de cumplir con los requisitos constitucionales relacionados con el ingreso al empleo público. Sin embargo, los hombres desbordados de avaricia monopolizaron la entrada a cargos públicos, prácticas nepotistas otorgan puestos de gran poder público a ciudadanos incompetentes por lazos sociales previos y/o familiares. Según lo mencionado por el profesor Enrique Bonete (2014) nos brinda ideas que nos ayudarán a comprender uno de los desafíos más persistentes que las democracias han enfrentado en las últimas décadas: el creciente problema del abuso y la corrupción en el ejercicio del poder. Por lo tanto, se ve imprescindible un ente regulador capaz de direccionar la ética de la política eficientemente, que mida el carácter filosófico del individuo y decretar si es apto o no para ejercer el poder público.

Finalmente, la corrupción es sin duda una característica intrínseca de la propia naturaleza del hombre siendo está reflejada en su habitad social anejo al sistema político dando como resultados negativos en la sociedad. Actualmente en el sistema socioeconómico empleado en el país donde los partidarios políticos segados por su propia calaña egocéntrica y dotados de una desmedida falta de ética y moral velan por su propia ambición poniendo en práctica el indiferente desdén a la holgura del pueblo dañando el país y su población; sin duda una transformación del sistema político y una regulación de la moralidad política es necesaria para un cambio positivo en la sociedad actual. Entonces es crucial insistir a los políticos a ejercer su poder de manera responsable y ética ya que, estamos en un mundo cada vez más complejo y desafiante, necesitamos líderes comprometidos con el bienestar de la sociedad, capaces de tomar decisiones informadas y éticas, la responsabilidad y la ética son fundamentales para generar confianza y promover una política sólida y transparente. Los políticos deben ser conscientes de que sus acciones tienen un impacto directo en la vida de las personas y en el futuro de nuestras sociedades; por lo tanto, es de vital importancia que actúen con integridad, honestidad y respeto hacia sus conciudadanos; solo a través de una política responsable y ética podemos avanzar hacia un futuro mejor, construyendo sociedades más justas y equitativas para todos.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

Aristóteles Política. Madrid: Editorial Aguilar 1982. https://bcn.gob.ar/uploads/ARISTOTELES,%20Politica%20(Gredos).pdf

Bautista, O. D. (2007). Ética Y Política: Valores Para Un Buen Gobierno. Encuentros Multidisciplinarios, 27, 1–14. http://www.encuentros-multidisciplinares.org/Revistan

%C2%BA27/Oscar%20Diego%20Bautista.pdf

Bonete Perales, E. (2014). “Poder político: límites y corrupción.” 300. https://portalderevistas.ufv.es/index.php/relectiones/article/view/31/30

Vaclav Havel. (2002). Principios de la ética pública. Madrid. https://doi.org/10.2307/j.ctv34h08p6.18

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